July 4, 2025

Sueño infantil: regresiones, despertares frecuentes y cómo acompañarlos

Bebé

¿Tu bebé dormía bien y de repente ha empezado a despertarse varias veces durante la noche? ¿Te preguntas si es normal que, justo cuando creías que habíais logrado una rutina, vuelva a necesitarte constantemente por la noche? Tranquila, probablemente estéis atravesando una regresión del sueño, una etapa totalmente normal y muy habitual en los primeros años de vida.

Desde Maternify te explicamos qué son las regresiones del sueño, por qué ocurren, en qué momentos suelen aparecer y cómo puedes acompañar a tu peque.

¿Qué es una regresión del sueño?

Las regresiones del sueño son fases temporales en las que un bebé o niño pequeño comienza a dormir peor, incluso si hasta entonces dormía relativamente bien. Puede que le cueste dormirse, que se despierte más veces durante la noche o que directamente rechace irse a dormir.

Estas regresiones no son un retroceso como tal, sino más bien un signo de avance: reflejan cambios importantes en el desarrollo neurológico y emocional de tu peque.

¿Por qué ocurren las regresiones del sueño?

Cada regresión coincide con un momento clave en el desarrollo del bebé. Aprender a gatear, ponerse de pie, hablar o simplemente tomar conciencia de la separación con mamá o papá, puede alterar su descanso nocturno. Su cerebro está muy activo, procesando y practicando todo lo nuevo, incluso durante el sueño.

Además, en algunos momentos, su patrón de sueño cambia, madurando hacia un sueño más parecido al de los adultos, lo que puede traducirse en más despertares nocturnos.

Principales regresiones del sueño por edad

Aunque cada niño es único, estas son las regresiones más frecuentes:

A las 6 semanas

Empiezan a ver mejor y a interactuar más con el entorno. Aumenta la necesidad de contacto y pueden coincidir con brotes de crecimiento o crisis de lactancia.

A los 4 meses

El sueño pasa de tener solo dos fases a incorporar cuatro (como en los adultos). Esto implica más microdespertares y necesidad de ayuda para volver a dormirse.

Entre los 8 y 10 meses

Los peques aprenden a gatear, sentarse o incluso ponerse de pie… ¡y quieren practicarlo también mientras duermen! Aparece además la ansiedad por separación, lo que puede hacer que no quieran alejarse de sus figuras de apego ni siquiera por la noche.

A los 12 meses

Es una etapa de gran evolución: primeras palabras, pasos, mayor autonomía… Todo esto también puede generar más actividad nocturna. Algunos bebés simplemente no quieren dormirse porque ¡hay cosas mucho más interesantes que hacer!

Entre los 18 y 24 meses

Llega la etapa del “no”. Quieren decidir, tener el control, y eso incluye el sueño. Aparecen los miedos nocturnos y, en algunos casos, pesadillas. También puede intensificarse la necesidad de contacto.

¿Cuánto duran las regresiones del sueño?

La duración varía de un niño a otro, pero suelen durar entre 3 y 6 semanas. Algunas familias apenas las notan y otras sienten que desde la primera regresión ya no volvieron a dormir igual. Lo más importante es tener en cuenta que son fases transitorias y que el sueño de tu peque se irá regulando con el tiempo.

Cómo acompañar a tu hijo en las regresiones del sueño

Aunque no existe una solución mágica, sí hay varias estrategias que pueden ayudarte a sobrellevar estos periodos:

1. Establece rutinas predecibles

La repetición y la estructura ofrecen seguridad. Una rutina relajante antes de dormir (baño, cuento, masaje, apagar luces juntos…) ayuda a preparar el cuerpo y la mente para el descanso.

2. Observa sus señales de sueño

Estar atenta a bostezos, frotarse los ojos o irritabilidad puede ayudarte a identificar el mejor momento para dormirle antes de que esté demasiado cansado.

3. Involúcrale en la rutina

Dejar que apague la luz, elija el cuento o cierre la puerta le hace sentir protagonista y más dispuesto a participar en el proceso de irse a dormir.

4. Mantén la calma (aunque cueste)

Los despertares frecuentes pueden agotar, pero responder con calma y cariño es clave. Tu peque no lo hace por “manía”, necesita tu acompañamiento para regularse.

5. Considera el colecho si lo necesitas

Dormir cerca puede ser una solución temporal o permanente, siempre que se haga de forma segura. Muchas familias descansan mejor así.

6. Si hace falta, siestas de emergencia

Hay días en los que el sueño se desajusta por completo. Una siesta fuera del horario habitual puede ayudar a equilibrar el día. No pasa nada.

7. Utiliza herramientas visuales

Los relojes de arena o cuentos sobre la hora de dormir ayudan a los más mayores a comprender el paso del tiempo y prepararse para el descanso.

Confía en tu instinto y pide apoyo

Lo estás haciendo bien. Acompañar a tu peque en el sueño no siempre es fácil, pero es un proceso de conexión profunda. No dudes en pedir ayuda si te sientes sobrepasada. En Maternify estamos para acompañarte en cada etapa, también en las noches difíciles con nuestra unidad del sueño.

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