June 18, 2025

Versión Cefálica Externa

Posparto

Durante las últimas semanas del embarazo, una de las principales preocupaciones es la posición del bebé. Lo ideal es que esté en presentación cefálica —con la cabeza hacia abajo—, ya que facilita un parto vaginal. Sin embargo, alrededor de un 4-5% de los embarazos a término presentan una posición no cefálica (de nalgas o transversa), lo que incrementa la probabilidad de tener una cesárea programada.

Una alternativa para intentar evitar la cesárea en estos casos es la versión cefálica externa (VCE). A continuación, te explicamos en qué consiste, cuándo se indica, qué riesgos puede tener y cómo se realiza en la práctica clínica actual.

¿En qué consiste la versión cefálica externa?

La VCE es una maniobra obstétrica que se realiza mediante manipulación externa del feto a través del abdomen materno. El objetivo es reposicionar al bebé: desplazar su pelvis del estrecho superior de la pelvis materna y dirigir la cabeza hacia esta zona, colocándolo en posición cefálica.

Se trata de una intervención breve, realizada en un entorno hospitalario seguro, con monitorización fetal continua y supervisión ecográfica en todo momento.

¿Cuál es su eficacia?

La versión cefálica externa es una maniobra con buenas tasas de éxito. Las estadísticas globales señalan que funciona en el 53 al 63% de los casos, con mejores resultados en mujeres que ya han tenido partos vaginales (alrededor del 80% de éxito en multíparas), frente a un 40% en primíparas.

Esto significa que, en muchos casos, es posible evitar una cesárea programada y tener un parto vaginal seguro.

¿Cuándo está indicada?

La maniobra está indicada en mujeres embarazadas con presentación no cefálica, sin contraindicaciones para el parto vaginal ni para la técnica en sí.

La recomendación general es realizarla entre las semanas 36.0 y 37.6, aunque puede considerarse desde la semana 35 hasta el momento del parto. Es una práctica avalada por las principales sociedades científicas internacionales, como:

  • The American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG)
  • The Royal College of Obstetricians and Gynaecologists (RCOG, Reino Unido)
  • La Sociedad Española de Obstetricia y Ginecología (SEGO)

¿Qué riesgos tiene?

Aunque es un procedimiento seguro, no está exento de posibles complicaciones. La literatura médica describe una frecuencia global de eventos adversos del 6.1%, siendo los más comunes:

  • Alteraciones transitorias del registro cardiotocográfico (RCTG)
  • Sangrado vaginal leve
  • Rotura de membranas
  • Inicio del trabajo de parto en menos de 24 horas en el 1.4% de los casos

En situaciones más infrecuentes se han detectado episodios de desaceleración uterina o hipotensión materna durante la maniobra. Por este motivo, siempre debe realizarse en un entorno controlado, con quirófano disponible y equipo multidisciplinario preparado.

¿Cómo se realiza la maniobra?

En muchos hospitales se sigue un protocolo estricto para garantizar la seguridad y el confort de la paciente:

Paso a paso:

  1. Detección de presentación de nalgas en la semana 36/37 en consulta de obstetricia.
  2. Chequeo preanestésico con analítica de sangre y evaluación previa.
  3. Información verbal y entrega de consentimientos para VCE, anestesia epidural y cesárea, si fuera necesario.
  4. Ingreso programado en el hospital con documentación firmada y volantes autorizados por la compañía de seguros.
  5. En el ingreso, la matrona recibe a la paciente, toma los datos clínicos, inicia la monitorización y administra un suero con tocolítico para relajar el útero.
  6. La maniobra se realiza en quirófano con control ecográfico y monitorización continua. Participan obstetras, matronas, anestesistas y pediatras.
  7. En la mayoría de los casos, se realiza bajo anestesia regional para mejorar la tolerancia y el éxito de la técnica (aunque también puede hacerse sin anestesia).
  8. No se permite el acceso de acompañantes al quirófano durante la maniobra. Si se desencadena el parto de forma espontánea, la pareja podrá acompañar durante el nacimiento, salvo en situaciones urgentes.
  9. Tras la maniobra:

    • Si es exitosa, la paciente permanece ingresada con vigilancia fetal y se decide si esperar el parto espontáneo o inducirlo si las condiciones lo permiten.
    • Si no se logra el giro, se planifica una cesárea programada salvo que se opte por un parto vaginal de nalgas.

¿Por qué considerar una versión cefálica externa?

Porque puede ser una alternativa real para evitar una cesárea programada. Si tu embarazo cursa normalmente, tu bebé está en presentación podálica y no hay contraindicaciones, esta maniobra puede abrir la posibilidad de tener un parto vaginal.

Consulta con tu matrona, infórmate bien y toma una decisión que se ajuste a tus necesidades y valores. Estar bien acompañada e informada hace la diferencia.

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