December 15, 2025

Isquemia del pezón en la lactancia: por qué ocurre y cómo aliviarla

La lactancia materna puede ser un momento lleno de conexión, pero también es normal encontrarse con dificultades que no esperábamos. Una de ellas es la isquemia del pezón, una condición que provoca dolor intenso y cambios de color en el pezón después de la toma.
Es más común de lo que parece y, aun así, muchas madres pasan semanas sin entender qué les ocurre.

En este artículo te contamos por qué aparece, cómo identificarla y qué puedes hacer desde hoy para sentir alivio. Y, si lo necesitas, recuerda que en Maternify contamos con profesionales que pueden acompañarte de forma personalizada.

¿Qué es la isquemia del pezón?

La isquemia del pezón ocurre cuando los vasos sanguíneos del pezón se contraen bruscamente (vasoespasmo). Esto reduce temporalmente el flujo sanguíneo y genera dolor que puede ser muy molesto.

Los síntomas más habituales incluyen:

  • Cambios de color en el pezón: palidez, tono azulado y, después, enrojecimiento.

  • Dolor tipo pinchazo, ardor o quemazón, que puede durar varios minutos.

  • Sensación de frío o entumecimiento en el pezón.

  • Empeoramiento tras la toma o cuando hay exposición al frío.

Aunque a veces aparece sin antecedentes, también puede relacionarse con el Síndrome de Raynaud, una condición que afecta a la circulación en zonas del cuerpo como dedos de manos y pies.

¿Por qué ocurre la isquemia del pezón durante la lactancia?

Sabemos que puede resultar desesperante sentir dolor al amamantar. Entender el origen ayuda a encontrar soluciones más rápido.
Las causas más frecuentes son:

1. Compresión del pezón

Es la razón más común. Puede deberse a:

  • Un agarre superficial o doloroso.

  • Un frenillo (anquiloglosia) no diagnosticado.

  • Debilidad o hipotonía lingual.

  • Posturas que comprimen el pezón.

  • Uso de sacaleches con embudos que no ajustan bien.

Incluso pequeños detalles pueden desencadenar el vasoespasmo.

2. Estrés, dolor o cansancio

Cuando el cuerpo libera más catecolaminas (hormonas del estrés), los vasos se contraen con más facilidad.
Las noches sin dormir, las tomas dolorosas o la ansiedad pueden favorecer que aparezca la isquemia.

3. Sensibilidad al frío

Si el pezón queda expuesto después de la toma o hay cambios bruscos de temperatura, el vasoespasmo puede desencadenarse.

¿Cómo distinguir la isquemia del pezón de otras causas de dolor?

Lo más característico son los cambios de color y el dolor que aparece después de la toma.
En otros casos, el dolor está solo durante la succión o se acompaña de grietas o heridas visibles.

Si no estás segura de qué te ocurre, es completamente normal. La lactancia es compleja y cada caso es distinto. En estos casos, una valoración profesional es clave.

Qué hacer para aliviar la isquemia del pezón

1. Revisa el agarre y la postura

Es el paso más importante. Una pequeña modificación puede cambiar por completo la experiencia.

  • Asegúrate de que el bebé abre la boca bien grande.

  • Busca un agarre profundo.

  • Prueba posturas que aumenten el confort.

En Maternify podemos ayudarte con videollamadas individuales o asesoría continua si lo necesitas.

2. Mantén el calor en el pecho

El frío es uno de los desencadenantes más habituales.

Puedes probar:

  • Colocar una toalla tibia después de la toma.

  • Evitar el contacto directo con corrientes de aire.

  • Vestirte por capas para mantener el calor corporal.

3. Crea un entorno relajado

El estrés aumenta la vasoconstricción.
Tomarte unos minutos después de la toma para respirar, beber algo caliente o masajear los hombros puede marcar la diferencia.

4. Evita sustancias que estrechan los vasos sanguíneos

Como:

  • Café

  • Tabaco

  • Bebidas energéticas

  • Estimulantes

Reducir su consumo puede mejorar los episodios de isquemia.

5. Consulta si el dolor es intenso o persistente

En casos más complejos, algunos estudios mencionan el uso de Nifedipino, un medicamento que ayuda a relajar los vasos sanguíneos.
Debe ser siempre indicado por un profesional y vigilado especialmente en el posparto.

¿Cuándo buscar ayuda profesional?

  • Si el dolor te impide disfrutar de la lactancia

  • Si ves cambios de color marcados de forma recurrente

  • Si sospechas que puede haber un frenillo o un agarre superficial

  • Si has probado las medidas y no notas mejoría

No tienes por qué pasar por esto sola. La isquemia del pezón tiene solución en la mayoría de los casos, y cuanto antes se aborde, más rápido mejora el dolor.

En Maternify te acompañamos con asesoras de lactancia certificadas que pueden ayudarte a identificar la causa y enseñarte técnicas que alivian desde la primera sesión.

Conclusión

La isquemia del pezón en la lactancia puede ser extremadamente dolorosa, pero también es un problema que suele mejorar mucho con apoyo adecuado.
Revisar el agarre, aplicar calor y reducir el estrés son pasos clave para empezar a sentir alivio.

Si sientes que necesitas orientación para resolverlo, estamos aquí para ayudarte. La lactancia no debería doler, y con acompañamiento especializado, puede volver a ser un momento de conexión y calma.

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