La lactancia materna es mucho más que alimento: es vínculo, consuelo, conexión y amor. Pero, ¿cuándo llega el momento de dejar de amamantar? ¿Cómo hacer el destete de forma respetuosa sin afectar emocionalmente al niño ni a la madre?
En este artículo de Maternify abordamos todo lo que necesitas saber sobre el destete materno, incluyendo cuándo es recomendable, cómo hacerlo paso a paso y qué opciones existen según las necesidades de tu familia.
El destete es el proceso mediante el cual el bebé o niño deja de tomar el pecho. Puede ocurrir de forma natural, cuando el niño pierde el interés por mamar, o de forma voluntaria, cuando la madre decide terminar la lactancia.
Es importante recordar que no se trata solo de un cambio alimenticio, sino de una transformación emocional profunda para ambos. Por eso es esencial saber cómo destetar a un niño de forma respetuosa y sin traumas.
No existe una edad única para dejar la lactancia materna. La OMS recomienda amamantar “al menos hasta los 2 años y tanto tiempo como madre e hijo lo deseen”.
En culturas tradicionales, el destete natural suele producirse entre los 2 y 4 años. En cambio, en contextos urbanos o con fuerte presión social, muchas madres se sienten forzadas a destetar mucho antes.
En este caso, es el propio niño quien deja de pedir el pecho. Puede ocurrir de forma repentina o paulatina. El destete natural es el más respetuoso y menos conflictivo, ya que responde al ritmo emocional del niño.
Algunas madres deciden dejar de amamantar por motivos personales, físicos, emocionales o laborales. En estos casos, es recomendable hacerlo gradualmente para evitar problemas como la ingurgitación mamaria o el impacto emocional en el niño.
Se da cuando una situación externa impide continuar con la lactancia: enfermedad, separación prolongada, medicamentos incompatibles. Si se da antes de que madre o hijo estén preparados, es fundamental buscar apoyo emocional y profesional.
Un destete respetuoso significa acompañar el proceso con empatía, comprensión y sin imponer. Aquí algunas estrategias efectivas:
No se propone el pecho, pero si el niño lo pide, se le da. Ideal para reducir tomas de forma gradual.
Identificar momentos clave y sustituirlos con juegos, paseos, cuentos o abrazos.
Ofrecer comida o bebida si el niño tiene hambre, sin forzar ni premiar.
Negociar con el niño una toma “más tarde” o en otro momento, si ya comprende.
No es recomendable alejarse del niño para cortar la lactancia. Puede generar angustia y desconfianza.
Falso. La leche materna sigue siendo altamente nutritiva, rica en proteínas, calcio, hierro y defensas incluso en niños mayores de 2 años.
Falso. Diversos estudios muestran que la lactancia prolongada fortalece el vínculo madre-hijo y favorece la autonomía futura.
Esto se conoce como huelga de lactancia y no debe confundirse con un destete real. Puede deberse a cambios en la rutina, distracciones, malestar o tensión emocional.
Lo recomendable es ofrecer el pecho en un entorno tranquilo, sin forzar, y seguir brindando contacto físico y contención emocional.
A medida que el niño deja de mamar, el volumen de leche disminuye, pero su concentración de nutrientes y anticuerpos puede aumentar. La leche materna sigue siendo un alimento de alta calidad incluso en niños mayores.
El destete es un proceso natural que puede vivirse de muchas formas. Ya sea que lo inicie el niño o la madre, lo importante es que sea una experiencia amorosa, progresiva y sin presiones externas.
En Maternify creemos que cada familia tiene su propio ritmo y que la lactancia, como el destete, debe ser libre, informada y sin culpa.
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