Como madres y padres, nuestra principal preocupación es la salud y seguridad de nuestros hijos. Aunque nadie quiere enfrentarse a una situación de emergencia, estar preparados puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Por eso, hoy queremos hablarte sobre la Reanimación Cardiopulmonar (RCP) en bebés y niños: una técnica sencilla, accesible y que puede salvar vidas.
La Reanimación Cardiopulmonar (RCP) es un conjunto de maniobras que nos permite sustituir temporalmente la función respiratoria y circulatoria de un niño o bebé en paro cardiorrespiratorio, hasta que pueda recibir atención médica profesional. Lo mejor de todo es que no requiere equipamiento médico, solo tus manos, tu respiración… y tus ganas de ayudar.
Aunque las paradas cardiorrespiratorias son poco frecuentes en niños, pueden ocurrir como consecuencia de:
En situaciones así, cada segundo cuenta. Si el cerebro de un niño se queda sin oxígeno más de 3 minutos, pueden aparecer secuelas irreversibles. A los 4-6 minutos puede producirse la muerte. Saber actuar rápido marca la diferencia.
Cualquier persona: madres, padres, abuelos, maestros, cuidadores… Todos deberíamos estar familiarizados con los pasos básicos. No hace falta ser profesional de la salud para salvar una vida.
Debemos iniciar la RCP si el niño:
Hazle preguntas suaves o estimúlalo con leves palmadas (solo si no hay sospecha de lesión cervical). Si reacciona, obsérvalo y llama a ayuda si es necesario.
Si hay alguien más, que llame al 112 mientras tú inicias la RCP. Si estás solo/a, no abandones al niño aún.
Ponlo sobre una superficie dura y plana. Alinea el cuerpo sin mover cuello y cabeza si sospechas de lesión por accidente.
Usa la maniobra frente-mentón: una mano en la frente inclinando hacia atrás, la otra levantando la barbilla. Si hay un objeto visible en la boca, retíralo solo si puedes hacerlo con seguridad.
Acércate a su cara, mira el tórax, escucha y siente durante máximo 10 segundos. Si no respira o tienes dudas, actúa como si no respirara.
Ponlo en posición lateral de seguridad (PLS) mientras llega la ayuda. En bebés es más complicado: usa una superficie inclinada si no puedes mantener la postura.
Haz 5 insuflaciones lentas, observando que el pecho se eleve y baje. Si no se eleva, puede haber una obstrucción (consulta cómo actuar en caso de atragantamiento u OVACE).
Haz 30 compresiones rápidas y firmes (al ritmo de 100-120 por minuto), seguidas de 2 respiraciones.
Repite el ciclo 30:2 sin parar hasta que:
Si no lo hiciste antes, hazlo ahora, aunque debas dejar al niño momentáneamente.
Saber hacer RCP no es un lujo, es una responsabilidad. Aprender a salvar vidas está al alcance de todos, y puede convertirte en un verdadero héroe para tu hijo o cualquier otro niño en apuros. Desde Maternify, tenemos cursos de primeros auxilios para ayudarte a estar preparado en cualquier momento.
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