El verano es sinónimo de luz, vacaciones, paseos y tiempo al aire libre, pero cuando estás embarazada, las altas temperaturas pueden convertirse en un verdadero reto. No te preocupes: estar embarazada no significa renunciar al verano, sino aprender a cuidarte de una forma más consciente. Desde Maternify, te compartimos los mejores consejos —incluyendo las recomendaciones de la doctora Martínez— para disfrutar de esta etapa tan especial con bienestar y tranquilidad.
Aunque el calor puede acentuar algunas molestias típicas del embarazo, como la fatiga, la retención de líquidos o el insomnio, el verano no tiene por qué vivirse con sufrimiento. La clave está en cuidarte más y mejor, escuchar a tu cuerpo y hacer pequeñas adaptaciones en tu día a día.
Uno de los pilares fundamentales para sentirte bien en verano es mantener una hidratación adecuada. Bebe agua y otros líquidos de forma frecuente, incluso si no tienes sed. También puedes tomar infusiones frías, caldos suaves o frutas con alto contenido en agua como sandía, melón o pepino.
El verano es ideal para una alimentación más fresca. Prioriza alimentos de fácil digestión: ensaladas, frutas, verduras, proteínas suaves y mucha agua.
Sabemos que las comidas fuera de casa o los antojos veraniegos (como los helados) están muy presentes. Puedes darte algún capricho, pero intenta mantener una alimentación equilibrada.
Durante el embarazo es común que aparezcan manchas en la piel, conocidas como cloasma. Usa protector solar de alta protección todos los días, incluso si no vas a la playa.
Evita exponerte al sol entre las 12:00 y las 17:00 horas, cuando los rayos UV son más intensos. Opta por lugares frescos o con sombra, y lleva ropa holgada y transpirable para evitar el sobrecalentamiento.
El ejercicio en el embarazo es beneficioso, pero debe ser moderado y progresivo. Caminar media hora al día, nadar o practicar yoga prenatal puede ayudarte a sentirte mejor física y emocionalmente.
Eso sí, evita cualquier actividad intensa durante las horas de más calor, y prioriza horarios de primera hora de la mañana o al atardecer. La doctora Martínez enfatiza que el ejercicio debe adaptarse a cada fase del embarazo y a tu estado general.
Para combatir el insomnio veraniego:
Una buena noche de descanso mejora tu estado de ánimo y te ayuda a llevar el embarazo con más energía.
La retención de líquidos y la hinchazón de pies y piernas son comunes en el embarazo y se agravan con el calor. Para aliviarlo:
En viajes largos, haz paradas para caminar o utiliza medias de compresión.
El verano y el embarazo pueden ir de la mano. Solo necesitas cuidarte un poco más, priorizar tu bienestar y darte permiso para descansar. Aprovecha esta etapa para bajar el ritmo, conectar con tu cuerpo y prepararte para lo que viene.
Desde Maternify, te acompañamos con información de calidad y consejos para que vivas un embarazo saludable… ¡incluso bajo el sol!
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