Lactosa en la leche materna: mitos y realidades

La lactancia materna es, sin duda, una de las experiencias más poderosas en la vida de una madre y su bebé. Pero con ella también llegan dudas, mitos y preocupaciones, especialmente cuando se trata de temas como la lactosa en la leche materna. ¿Puede un bebé ser intolerante a la lactosa? ¿Debo dejar de amamantar si sospecho intolerancia? Hoy, en Maternify, desmitificamos este tema con evidencia y te contamos cómo nuestro servicio de asesoría de lactancia puede ayudarte a tomar decisiones informadas.

¿Qué es la lactosa y por qué está en la leche materna?

La lactosa es un azúcar natural presente en la leche de todos los mamíferos, incluida la humana. Representa cerca del 40% de las calorías de la leche materna y cumple funciones vitales en el desarrollo del bebé:

• Proporciona energía a través de la glucosa, indispensable para músculos y cerebro.
  
  
• Contribuye al desarrollo neurológico, gracias a la galactosa.
  
  
• Mejora la absorción de minerales como el calcio, fósforo y magnesio.
  
  
• Favorece la flora intestinal saludable, fortaleciendo el sistema inmune del bebé.
  
  

Para digerir la lactosa, el cuerpo produce una enzima llamada lactasa, que se encuentra en altos niveles en el intestino delgado de los recién nacidos.

¿Es común la intolerancia a la lactosa en bebés?

Aquí viene uno de los grandes mitos que vale la pena aclarar: la intolerancia a la lactosa en bebés es extremadamente rara.

Los recién nacidos humanos están biológicamente preparados para digerir la lactosa, ya que es el azúcar principal de la leche materna. Sin embargo, hay formas específicas y poco comunes de intolerancia que pueden presentarse en la infancia:

1. Intolerancia a la lactosa congénita

Es una condición genética muy rara. En este caso, el bebé nace sin la capacidad de producir lactasa. Los síntomas aparecen en los primeros días de vida, incluso con leche materna, e incluyen diarrea severa, vómitos y pérdida de peso. Esta condición requiere diagnóstico y atención médica inmediata.

2. Intolerancia secundaria

Ocurre cuando el intestino delgado sufre daño temporal (por infecciones, antibióticos, etc.) y reduce la producción de lactasa. Esta situación es transitoria y, una vez curada la causa, el bebé vuelve a tolerar la lactosa.

3. Deficiencia madurativa de lactasa

Afecta principalmente a bebés prematuros, cuyo sistema digestivo aún no está completamente desarrollado. En estos casos, la intolerancia es temporal.

Mitos comunes sobre la lactosa y la leche materna

Es fácil alarmarse ante síntomas digestivos como gases, cólicos o diarrea. Sin embargo, muchas veces estos malestares no están relacionados con la lactosa. Veamos algunos mitos frecuentes:

• Mito: “Los bebés no pueden ser intolerantes a la lactosa.”
  Realidad: Aunque es raro, puede suceder, especialmente en casos congénitos o secundarios.
  
  
• Mito: “La lactosa causa alergias.”
  Realidad: La lactosa no puede causar alergia porque es un azúcar, no una proteína. Las alergias suelen estar relacionadas con proteínas de la leche (como las de vaca que la madre consume y pasan a través de la leche materna).
  
  
• Mito: “Si hay intolerancia, debo suspender la lactancia.”
  Realidad: En la mayoría de los casos, la lactancia no solo es posible, sino recomendada, salvo en condiciones médicas muy específicas como la galactosemia.
  
  

¿Cuándo consultar a un profesional?

Algunos síntomas que podrían hacerte sospechar de intolerancia a la lactosa incluyen:

• Diarrea persistente
  
  
• Cólicos frecuentes
  
  
• Hinchazón abdominal
  
  
• Gases excesivos
  
  
• Náuseas o vómitos
  
  

Pero recuerda: estos síntomas pueden tener múltiples causas y no siempre indican intolerancia a la lactosa. Evita tomar decisiones apresuradas o suspender la lactancia sin orientación profesional.

En Maternify, estamos contigo

En Maternify, entendemos que cada bebé y cada madre tienen necesidades únicas. Por eso ofrecemos un servicio de asesoría de lactancia personalizada, donde profesionales especializados te ayudan a:

 ✅ Identificar si tu bebé presenta síntomas compatibles con intolerancia.
✅ Diferenciar entre alergias, intolerancias o reacciones normales del desarrollo.
✅ Diseñar un plan de alimentación acorde a las necesidades de tu bebé.
✅ Mantener la lactancia materna siempre que sea posible y seguro.

Porque la lactancia es mucho más que alimentación: es vínculo, protección y salud.

Conclusión

La lactosa en la leche materna es un nutriente fundamental que cumple funciones clave en el desarrollo de tu bebé. Aunque la intolerancia a la lactosa existe, es poco común en los lactantes y casi nunca requiere dejar de amamantar.

Ante cualquier duda, lo más importante es contar con información confiable y apoyo profesional. En Maternify, estamos aquí para acompañarte con empatía, evidencia y soluciones reales.

¿Tienes dudas sobre la lactancia o la nutrición de tu bebé? Agenda hoy tu consulta con una de nuestras asesoras de lactancia. ¡Queremos ayudarte a vivir esta etapa con confianza y tranquilidad!

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