Primeros virus de guardería: qué esperar y cómo prevenir complicaciones

La entrada en la guardería marca una nueva etapa en la vida de nuestros bebés. Es un momento de descubrimiento, socialización y aprendizaje… pero también suele venir acompañado de los primeros virus. La exposición a otros niños y a nuevos entornos hace que las infecciones respiratorias y gastrointestinales sean frecuentes en este periodo.

En este artículo te contamos qué esperar en los primeros meses de guardería, cómo cuidar de tu bebé en casa y qué señales indican que es momento de consultar con un profesional.

¿Por qué se enferman tanto al empezar la guardería?

El sistema inmunitario de los bebés todavía está en desarrollo. Al entrar en contacto con otros niños y superficies compartidas, es normal que se multipliquen los resfriados, las otitis, las gastroenteritis o incluso episodios de fiebre sin una causa aparente.

Aunque pueda parecer preocupante, esta exposición ayuda al sistema inmune a fortalecerse. De hecho, la mayoría de los pediatras consideran normal que un niño en la guardería pueda tener entre 8 y 10 procesos virales al año.

Virus más frecuentes en la guardería

• Resfriados comunes: mocos, tos leve y malestar general.
  
  
• Gastroenteritis: vómitos, diarrea y deshidratación si no se cuidan bien los líquidos.
  
  
• Otitis: muchas veces asociada a resfriados.
  
  
• Bronquiolitis: más habitual en menores de 2 años.
  
  
• Conjuntivitis: irritación y secreción ocular.
  
  

Señales de alarma: cuándo consultar

La mayoría de estos cuadros son leves y se resuelven solos, pero conviene acudir al pediatra si:

• La fiebre es superior a 38,5 °C y no baja con antitérmicos.
  
  
• El bebé respira con dificultad o muy rápido.
  
  
• Hay signos de deshidratación (menos pañales mojados, llanto sin lágrimas, boca seca).
  
  
• El malestar general dura más de lo esperado.
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Cómo prevenir complicaciones en casa

• Lavado de manos frecuente: también en adultos al llegar de la calle.
  
  
• Hidratación constante: ofrecer líquidos de forma regular.
  
  
• Alimentación equilibrada: frutas, verduras y proteínas que apoyen sus defensas.
  
  
• Ambientes ventilados: evitar el humo y espacios muy cerrados.
  
  
• Descanso adecuado: el sueño es clave para la recuperación.
  
  

Acompañamiento en la salud infantil

Los primeros virus de la guardería son parte del camino. Lo más importante es no sentirnos solos: contar con información fiable y apoyo profesional hace la diferencia.

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